Senadores instan a ICE a detener el uso de la aplicación de reconocimiento facial Mobile Fortify

Puntos clave
- Los senadores Markey, Wyden y Merkley pidieron a ICE que dejara de utilizar la aplicación de reconocimiento facial Mobile Fortify.
- La carta, también firmada por Warren, Booker, Van Hollen, Smith, Sanders y Schiff, busca respuestas sobre el desarrollador de la aplicación, su implementación, pruebas, base legal y políticas.
- Los legisladores argumentan que la tecnología de reconocimiento facial es poco confiable y podría limitar las actividades protegidas por la Constitución.
- La policía de Nueva Orleans fue encontrada utilizando secretamente reconocimiento facial en más de 200 cámaras durante dos años, en contravención de las ordenanzas municipales.
- No existe una regulación federal para el reconocimiento facial; estados como Illinois imponen requisitos de consentimiento y permiten demandas por mal uso.
- Meta pagó un acuerdo de $1.400 millones a Texas por recopilar datos biométricos sin consentimiento.
Los senadores estadounidenses Edward Markey, Ron Wyden y Jeff Merkley enviaron una carta al director interino de ICE, Todd Lyons, instando a la agencia a dejar de utilizar la aplicación de reconocimiento facial Mobile Fortify, que emplea tecnología de reconocimiento facial. Los legisladores argumentan que el reconocimiento facial es poco confiable y que la vigilancia en tiempo real podría limitar actividades protegidas por la Constitución.
Senadores piden el fin de la herramienta de reconocimiento facial de ICE
Los senadores Edward J. Markey, Ron Wyden y Jeff Merkley han pedido formalmente al director interino de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), Todd Lyons, que deje de utilizar la aplicación de reconocimiento facial Mobile Fortify. Mobile Fortify incorpora identificación biométrica, incluyendo reconocimiento facial, para identificar a individuos en tiempo real.
Los senadores sostienen que la tecnología de reconocimiento facial sigue siendo poco confiable y advierten que su uso podría tener un efecto disuasivo en las actividades protegidas por la Primera Enmienda. Argumentan que cuando las personas creen que están siendo vigiladas, es menos probable que participen en el discurso y la asamblea protegidos por la Constitución.
En su carta, el trío solicitó que ICE proporcione respuestas detalladas antes del 2 de octubre sobre quién construyó la aplicación Mobile Fortify, cuándo se implementó por primera vez, si la agencia probó su precisión, la base legal para su uso y las políticas actuales que rigen la herramienta. También preguntaron si ICE se comprometería a dejar de utilizar la aplicación y, si no, a explicar por qué.
La solicitud fue respaldada por las firmas de los senadores Elizabeth Warren, Cory Booker, Chris Van Hollen, Tina Smith, Bernie Sanders y el representante Adam Schiff, lo que indica una amplia preocupación bipartidista por las prácticas de vigilancia de la agencia.
Contexto más amplio del uso de reconocimiento facial en la aplicación de la ley
Informes recientes de The Washington Post revelaron que la policía de Nueva Orleans utilizó secretamente tecnología de reconocimiento facial en una red privada de más de 200 cámaras de transmisión en vivo durante dos años. Este uso continuó a pesar de las ordenanzas municipales que limitan la implementación de reconocimiento facial a búsquedas de sospechosos específicos de delitos violentos y requieren documentación y presentación de informes al consejo.
Estos incidentes subrayan una creciente controversia sobre la tecnología de reconocimiento facial. Si bien una pluralidad de estadounidenses expresa su apoyo a su uso en la aplicación de la ley y en el lugar de trabajo, muchos también piden limitaciones y salvaguardias.
Paisaje regulatorio y acciones a nivel estatal
Actualmente, no existe una regulación federal comprehensiva que gobierne el uso de reconocimiento facial o datos biométricos, lo que deja a los estados crear sus propias medidas de protección. Illinois, por ejemplo, requiere consentimiento escrito antes de que se puedan recopilar datos biométricos y permite a las personas demandar por daños en casos de mal uso.
En Texas, Meta llegó a un acuerdo de $1.400 millones después de alegaciones de que la empresa recopiló datos biométricos de millones de texanos sin consentimiento, lo que marca el acuerdo financiero más grande jamás pagado a un solo estado.
Implicaciones y próximos pasos
La demanda de los senadores de transparencia y el fin de Mobile Fortify destaca la creciente escrutinía de las herramientas de vigilancia biométrica utilizadas por las agencias federales. A medida que los legisladores buscan respuestas y posibles cambios en las políticas, el debate más amplio sobre el equilibrio entre los beneficios de seguridad y las libertades civiles está destinado a continuar, con estados y corporaciones enfrentando una mayor presión para adoptar mecanismos de consentimiento y supervisión más claros.