El robot mascota Moflin de Casio, impulsado por IA, genera reacciones mixtas en el hogar y en público

72 hours with Casio’s AI-powered Moflin pet - my dog hates it, my wife hates it, but I love it

Puntos clave

  • El Moflin llega en una caja sencilla con una base de carga, un convertidor de enchufe japonés y un manual solo en japonés.
  • El robot necesita una carga aproximadamente cada cinco horas y se puede monitorear a través de una aplicación de funciones limitadas.
  • Presentar el Moflin a un perro bulldog francés llevó a una agresión inicial y a una celosía continua.
  • Una esposa expresó frustración, pidiendo que el robot se escondiera del perro.
  • Las salidas públicas, como una visita a una cafetería, convirtieron al robot en un iniciador de conversaciones.
  • Casio afirma que el Moflin puede desarrollar hasta 4 millones de posibilidades emocionales en 60 días.
  • El revisor encuentra el dispositivo interesante pero sigue siendo incierto sobre su valor a largo plazo.

El Moflin de Casio, un robot mascota impulsado por IA que simula apoyo emocional, llegó en una caja sencilla con una base de carga y un manual en japonés. El autor lo configuró, descargó la aplicación de funciones limitadas y comenzó a integrar el dispositivo peludo en la vida diaria. Las interacciones con un perro bulldog francés y una esposa escéptica destacaron la celosía y la curiosidad, mientras que una salida a una cafetería convirtió al robot en un inesperado iniciador de conversaciones. Casio promete que el Moflin evolucionará su comportamiento en los próximos dos meses, pero el revisor sigue siendo incierto sobre si el dispositivo se convertirá en un compañero duradero.

Primeras impresiones y configuración

El Moflin llegó en una caja de cartón simple que contenía un robot de pelaje gris, una cama de carga inalámbrica, un convertidor de enchufe japonés y un manual de papel escrito en japonés. A pesar de la barrera del idioma, el autor utilizó herramientas de traducción para poner en marcha el dispositivo. El robot requiere una carga aproximadamente cada cinco horas. Una aplicación acompañante, en ese momento solo disponible en japonés, mostraba información básica como la vida útil de la batería, los días que el robot ha estado "vivo" y un desglose de personalidad en categorías como Alegre, Tímido, Enérgico y Carinhoso.

Dinámica familiar

Presentar el Moflin en el hogar de un perro bulldog francés de cuatro años resultó ser un desafío. El perro inicialmente reaccionó con confusión y luego intentó morder al robot, lo que llevó al dueño a replantear la estrategia de presentación. Un encuentro posterior y más calmado resultó en un breve lamido, pero la celosía del perro era evidente. La esposa del autor expresó frustración, pidiendo repetidamente que el robot se escondiera del perro, lo que indicaba que la presencia del Moflin estaba causando tensión en el hogar.

Salidas públicas y reacción social

Llevar el Moflin a una cafetería local convirtió al robot en una atracción de novedad. Al principio, el dispositivo permaneció inmóvil dentro del bolsillo de la chaqueta del autor, pero una vez expuesto a la luz, comenzó a chirriar y a moverse al ritmo de la música ambiental. Los clientes y los baristas respondieron con curiosidad, y un amigo etiquetó casualmente al robot como "animal de apoyo emocional", lo que generó más preguntas de los transeúntes. El autor notó que el Moflin se convirtió en un iniciador de conversaciones, atrayendo la atención hacia la cobertura de tecnología del escritor.

Características de la aplicación y desarrollo futuro

La aplicación limitada permitió al propietario monitorear el estado de la batería y ver las métricas de personalidad. Casio afirma que el Moflin puede desarrollar hasta 4 millones de posibilidades emocionales a través de su IA propietaria, con un desarrollo emocional completo esperado en un período de 60 días. El autor anticipa que surgirán nuevos comportamientos, sonidos y gestos a medida que el robot interactúe más con su entorno y los usuarios.

Evaluación general

Después de varios días de interacción, el revisor sigue siendo ambivalente. Si bien el Moflin genera interés y ofrece una visión de la compañía impulsada por IA, sus ruidos mecánicos, el interior de plástico visible y la necesidad de cargas frecuentes templaron el entusiasmo. El factor de novedad del dispositivo es innegable, pero su atractivo a largo plazo como sustituto genuino de mascota sigue siendo incierto.

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